Según estudios realizados la peña de Bernal se formó hace 65 millones de años en el período Jurásico a partir de un volcán que agotó su actividad; la lava del interior se volvió sólida y la erosión que sufrió el volcán a través de los años hizo desaparecer sus restos. El magma sólido que quedó es lo que constituye y da forma al monolito que forma parte de la Sierra Gorda. La Peña tiene una elevación de 2,510 mts. sobre el nivel del mar con una prominencia de 350, siendo uno de los peñones más llamativos del continente americano con vasta vegetación entre las rocas.
En noviembre de 2007 la Peña de Bernal recibió una presea de la Secretaría de Turismo reconociéndola como una de las 13 Maravillas de México y considerándola como un destino turístico con gran relevancia histórica y cultural. En septiembre de 2009 fue inscrita en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco como lugar de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán. La Peña de Bernal es guardiana de un territorio sagrado.
A la Peña se puede ascender caminando hasta el mirador y también es ideal para practicar la escalada y el rappel.